sábado, 1 de enero de 2011

Sitios que sorprenden

Hace algunos años, cuando yo todavía era una niña, para cruzar a la frontera que separa a España y Portugal había que hacer cola en la aduana a la espera de que los guardiñas te dieran permiso para seguir tu camino. Recuerdo cómo, en más de una ocasión, me tuve que esconder entre los asientos del coche porque a mis padres se les había olvidado renovarme el carné. Sin embargo, con la supresión del paso fronterizo, aunque es más cómodo viajar, el ir a Portugal perdió parte de su encanto: el restaurante dejó de ser rentable y las casas de los guardiñas han acabado casi todas vacías. La frontera dejó de tener vida. 

A Valencia de Alcántara, mi pueblo, le separan escasamente 12 kilómetros de la frontera con el país luso, estamos tan cerca que muchos "rayanos" nos sentimos un poco portugueses y me atrevería a decir que los del otro lado se sienten también un poco españoles.  

Las navidades siempre las paso en casa, con mi familia, y, cómo no, toca ir a Portugal a tomar café o a hacer compras. En algunas de esos viajes, me he animado a hacer fotos, como las que os muestro a continuación: 

Árboles blancos de la carretera que une Portagem con Castelo de Vide




Fonte da Vila (Castelo de Vide)



Portada típica de Marvão

Tanto Portugal como Extremadura son sitios con mucho encanto que te sorprenden cuando los visitas y piensas: "ha merecido la pena venir". 
¿Y vosotros habéis tenido alguna vez la sensación de descubrir vuestro propio paraíso?